La temperatura y la acidez son factores clave para obtener elaboraciones óptimas
Una fina capa de caramelo recién formada es el toque distintivo de la crema catalana o «quemada». [ISTOCK/QUANTHEM]
El día de San José es tradición en Cataluña degustar la crema catalana, uno de los dulces allí más populares. Según la receta tradicional, para elaborar este postre se necesita 1 litro de leche, 200 gramos de azúcar, 8 yemas de huevo, 40 gramos de almidón (que pueden sustituirse por harina u otros productos), canela en rama y piel de limón.
Primero se aromatiza la leche con la canela y la piel de limón. Se mezclan luego en un cuenco las yemas y el azúcar. Se añade la leche colada con el almidón ya disuelto. Se pone la mezcla al fuego. Cuando empieza a hervir, se retira. Se vierte la crema en recipientes individuales, donde se deja enfriar. Por fin, justo antes de servir, se espolvorea con azúcar y se tuesta con una plancha metálica candente para producir la caramelización —de aquí que se denomine también «crema quemada».
Al margen de la capa de caramelo, la crema de San José guarda una estrecha semejanza con la clásica crema pastelera, de mayor espesor (contiene unos 80 gramos de almidón por litro de leche). Menos espesas son las natillas (con unos 20 gramos de almidón por litro de leche) y la crema inglesa (sin almidón, pero con más yemas).